Accidente Nuclear
El 26 de abril de 1986, las explosiones ocurridas en el reactor 4 de la central nuclear de Chernobyl en Ucrania, a la sazón república de la antigua Unión Soviética, provocaron la liberación de ingentes cantidades de material radiactivo a la atmósfera. Ese material se depositó principalmente en países de Europa, pero sobre todo en grandes extensiones de Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania. Se estima que durante 1986 y 1987 unos 350 000 limpiadores –los llamados «liquidadores»– del ejército, personal de la central nuclear, policía local y servicios de bomberos participaron en las primeras fases de contención y limpieza de los residuos radiactivos. Unos 240 000 liquidadores recibieron las mayores dosis de radiación mientras realizaban importantes actividades de mitigación en un radio de 30 km en torno al reactor.
Más adelante, el número de liquidadores registrados se elevó a 600 000, aunque sólo una pequeña parte de ellos estuvieron expuestos a niveles altos de radiación. En la primera mitad de 1986, 116 000 personas fueron evacuadas de la zona que rodeaba al reactor de Chernobyl y reasentadas en áreas no contaminadas. En los años siguientes se trasladó a otras 230 000 personas. Actualmente, unos cinco millones de personas viven en zonas de Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania donde los niveles de depósito de cesio radiactivo superan los 37 kBq/m2. Entre ellos, unas 270 000 personas siguen viviendo en zonas clasificadas por las autoridades como estrictamente controladas, y en las que la contaminación por cesio radiactivo supera los 555 kBq/m2.
En 2006, cuando se cumplieron 20 años del accidente de Chernobyl, la OMS publicó un informe en el que se evaluaba el impacto sanitario del peor accidente nuclear civil de la historia. El informe ofrecía claras recomendaciones en materia de orientación de las investigaciones futuras y medidas de salud pública para las autoridades nacionales de Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania, los países más afectados por los residuos de la explosión del reactor. En esos países se notificaron más de 4000 casos de cáncer de tiroides entre niños y adolescentes durante el periodo 1990‑2002. Esa cifra es significativamente superior a la esperada, y sin embargo aún no se dispone de estimaciones precisas del riesgo. Cerca del 40% de los casos fueron detectados en programas especiales, y de otro modo habrían pasado desapercibidos. Es probable que en los próximos decenios se notifiquen nuevos casos de cáncer de tiroides.
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